jueves, 14 de julio de 2011

El infierno de las caídas

La verdad es que ayer me puse a revisar el perfil de los Pirineos concienzudamente y encontré dos etapas con final en alto interesantísimas, sobre todo la de hoy, la de Luz Ardiden. Pero veo que le falta algo a la carrera. Le faltan muchos de esos hombres que están un peldaño por debajo de Contador y de los Schleck. Repaso todos los corredores y encuentro que al 100% se encuentran únicamente Evans, Basso y Samuel Sánchez y el asturiano lleva mucho tiempo perdido. En ese nivel pero sin una condición física óptima están hombres como Gesink o Leipheimer. Las caídas les han golpeado duramente como ya han hecho con Contador. Pero se tienen que dar con un canto en los dientes porque han tenido más suerte que otros grandes corredores como Wiggins, Van den Broeck, Brajkovic o Alexandre Vinokourov, que han tenido que abandonar con duras lesiones. Y es que poquitos se han librado de las caídas en estos primeros días tan agitados, ya que al no haber montaña todo el mundo podía ser protagonista y había mucha pelea en el pelotón. . Los nervios cuando estás rodeado de 190 ciclistas que quieren ser más rápidos que tú provocan esto, y es cuestión de suerte librarlas. De momento la fortuna se ha aliado con los Schleck y los sprinters, ya que no ha habido caídas en los últimos kilómetros, tan solo la del primer día que ocurrió a mitad de pelotón. Ellos, y Voeckler, son los máximos beneficiados de la primera semana.

El francés Thomas Voeckler es el líder de la carrera, y un milagro le salvó de una caída en la que se podía haber hecho mucho daño. Aunque no se le puede llamar caída a lo que sufrieron 2 ciclistas: el español
Flecha y el holandés Hoogerland en la etapa de Saint Flour, fue un atropello en toda regla por parte de un coche de la televisión pública francesa que retransmite el Tour. Al ver este grave accidente pensé en lo peor. Hoogerland había caído sobre una valla con alambre de espino. El suspiro que pegué cuando el gran Perico Delgado dijo que el corredor holandés volvía a la carrera fue enorme y aplaudí. Aunque no me oyera, aplaudí al ciclista del Vacansoleil. Se habla de dopaje en el ciclismo pero también hay que ver como hay héroes en la carrera que aguantan 40 kilómetros con unas heridas por las que les ponen 33 puntos. Debemos todos aplaudir a Hoogerland y a Flecha. No se cayeron, los tiraron. Tuvieron serias heridas pero siguen ahí, al pie del cañón, sufriendo. El holandés tuvo que recoger el maillot de mejor de la montaña en el podio con lágrimas en los ojos, no por el dolor, sino porque no había podido disputarle la victoria de etapa a Luis León Sánchez. Y estoy convencido de que el de Vacansoleil hubiera aguantado en ese repecho final con la gran capacidad de sufrimiento que tiene.

Y a raíz de las últimas caídas ha aparecido el eterno debate de si hay que esperar o no cuando hay una caída. ¿Cuál es mi opinión? Pues yo pienso que no hay que esperar. Es una carrera y hay que hacer todo lo posible para ganar. ¿O acaso Alonso esperó el otro día a Vettel cuando su mecánico tardó más de lo normal en cambiarle la rueda? ¿Esperó Lorenzo a Pedrosa cuando se cayó? No, y en ninguno de los dos casos ha habido debate al respecto. Si Contador se cortó por una caída a 10 kilómetros de meta, mala suerte. Si hubiera estado en cabeza no hubiera perdido tiempo. La carrera estaba lanzada y no se podía parar. Yo opino eso, pero lo que también creo es que debe haber homogeneidad en este aspecto. O se espera siempre o no se espera nunca. Aunque hubo una cosa que no me pareció bien. Voeckler empezó a tirar más fuerte de lo que lo había hecho tras el atropello. El francés ni siquiera miró para atrás para ver como estaban sus compañeros. Lleva el amarillo, pero para mí no es el líder, porque no ha mostrado el compañerismo del ciclismo y no es representante de este deporte. Y es un pedazo de ciclista como la copa de un pino. Pero me alegraré cuando le quiten el maillot amarillo.

Y creo que cuando acaben los Pirineos lo llevará Luisle, que todavía tiene un margen de dos minutos con Evans y los Schleck en la general. Ya ha mostrado en París-Niza que puede estar con los mejores en la montaña. También veo ataques de Contador que necesita recuperar tiempo a los hermanos luxemburgueses tras el corte de la primera etapa en Mont des Alouettes. Ya consiguió descolgarlos en Muro de Bretaña. ¿Un ataque a principio de puerto como en el Giro? No, su rodilla maltrecha lo impedirá, pero tiene que recuperarles 1 minuto entre estas dos etapas para no verse obligado a atacar desde lejos en los Alpes y para tener una cierta tranquilidad en la crono de Grenoble.

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