lunes, 9 de mayo de 2011

Wouter Weylandt: El sprinter menos reconocido

A la hora de poner a Cavendish en mi pronóstico del líder de la regularidad pensé en Wouter Weylandt. No veía al inglés acabando el Giro. Pero el que no ha acabado la ronda italiana y hoy nos ha dejado a todos es el sprinter belga. Se ha chocado contra un muro de piedra en la peligrosa bajada del Passo del Bocco y se ha muerto tras romperse muchos huesos de la cara y del cráneo. Las imágenes son escalofriantes, yo lo veía en directo, me dieron ganas de quitarlo y de dejar esta etapa sin ver. No lo hice, quedaba algún puerto y pensé que se recuperaría. Vi la victoria de Vicioso, me alegré por el español. Parecía una doble alegría porque Carlos Barredo, ciclista y amigo de Wouter, comunicaba en televisión que el ciclista ya respiraba y que había tenido una ligera mejoría. Pero cuando entré en Internet 20 minutos después, me hundí. En la portada de todos los periódicos aparecía como noticia principal la peor de todas: la muerte de Wouter Weylandt, 26 años y un hijo en camino. Entro en su twitter y en su página web, no sé por qué. Me hundo más todavía al ver sus últimos tweets. Antes de ayer escribió que solo le quedaban 3496 km (los kilómetros del Giro de este año) para conseguir su objetivo. Cuando murió Bin Laden, él también da su opinión: "10 años para que acabe hundido en el mar", escribía en la red social. Casi mejor no haber entrado. Pienso en este blog para darle un homenaje. Por ello, vamos a hacer un análisis de todo lo que ha hecho en esta efímera aunque productiva vida. Descanse en paz, Wouter Weylandt, nunca te olvidaremos.

WWSpecial, que era el sobrenombre que tenía entre el pelotón, no tuvo suerte a la hora de entrar en el ciclismo profesional. Una mononucleosis le impidió explotar como corredor. Se tenía que conformar con ser el lanzador de Tom Boonen en el Quick Step y en la selección belga. Pero en 2008, el ex campeón del mundo no soporta la montaña de la Vuelta y tiene que abandonar antes de tiempo. El equipo dio toda la libertad a Weylandt para que se metiera en los sprints y no defraudó, ya que ganó una etapa en Valladolid.
El año pasado, tal día como mañana, un 10 de mayo, venció una etapa del Giro en las mismas circunstancias. Acababa contrato con el equipo belga y fue fichado por el Leopard, que necesitaba un esprinter para destacar también en las etapas llanas. Él estaba ilusionadísimo. Ya no iba a ser el lanzador. Iba a tener libertad para meterse en los sprints. Le duró poco la alegría, tan solo consiguió una novena plaza en el sprint de ayer. Y hoy deja conmocionado a todo el mundo del ciclismo con su muerte.

Es una pena que tenga que suceder esto para que haya debate. ¿Se deben hacer las etapas tan peligrosas? Mi opinión es que hay que hacer sobre todo etapas seguras y tener mucho cuidado a la hora de escoger los descensos. Estas carreteras estrechas ya se han dejado varios muertos y siempre hay etapas que para dar espectáculo al final tienen un puertecito con un descenso estrecho y muy técnico. Por ejemplo, en Córdoba siempre se pasa por el alto de San Jerónimo o en Murcia por la Cresta del Gallo. ¿Merece la pena poner ese puerto para eliminar a sprinters como Cavendish? Pues esta vez se han cargado a otro esprinter y no porque no haya pasado el puerto. Por mí que si se quiere dar espectáculo se ponga la cima tras un repecho y no tras una bajada a tumba abierta. ¿O no os gustó a vosotros Valdepeñas de Jaén?

No hay comentarios:

Publicar un comentario