jueves, 30 de agosto de 2012

Todos igualados, todos diferentes

Solo para leer esto que estoy escribiendo ya habrá gastado un segundo. Un periodo de tiempo que en el ciclismo es minúsculo, el mínimo tiempo que se mide. Y sobre todo es minúsculo si tenemos en cuenta que los corredores de la Vuelta llevan más de 40 horas sobre la bicicleta. Pues bien, un segundo, tan solo uno es la ventaja que tiene Joaquim Rodríguez con respecto a Alberto Contador. Pero no es solo esa la única ventaja reducida de la que dispone "Purito", y que Froome se encuentra a solo 16 segundos y Valverde a 59. El resto ya parecen descartados, no por diferencia, porque los dos minutos y medio de Gesink son remontables, sino porque se ve que esos cuatro son muy superiores a los demás. Así, de momento, no se puede decir que la Vuelta sea un mano a mano, como el de Cobo contra Froome del año pasado, sino que hay cuatro corredores muy igualados, pero todos ellos muy diferentes entre sí, y que se adaptan unos mejor que otros a los distintos tipos de subida.

Y pienso que los puertos que mejor se adaptan a "Purito" ya se han acabado. Además, ha vuelto a caer en un error que era muy habitual en el pasado, gastar mucho en etapas en las que la general no se decide. Por ejemplo, en Jaca ganó y se mostró el más fuerte. El repecho final le venía como anillo al dedo. Pero hizo una exhibición que tan solo sirvió para coger 10 segundos más la bonificación. Lo mismo se puede decir del ataque en Montjuic. El corredor catalán siempre ha llegado mal al final de las Grandes Vueltas por gastar en donde no tenía por qué gastar. En el Giro se le vio más comedido, y no hizo esfuerzos innecesarios. Y ahí estuvo, a un paso de batir a Hesjedal y de llevarse el rosa a su casa de Andorra. En la Vuelta le han puesto muchos finales de los que le gustan, pero en los que realmente debe rendir no es en esos, sino en Ancares, en Cuitu o en Lagos. En Jaca o en la etapa de hoy de Ézaro no se ganan Vueltas, y Joaquim debe saberlo si quiere ganar de una vez por todas, su primera Vuelta grande.

En Ézaro no se ganan Vueltas, pero sí que se pueden perder si te pilla en un mal momento. Los porcentajes de más del 25% no perdonan y en un kilómetro se puede ganar mucho tiempo a alguien apajarado. Y aquí es donde enlazamos con Froome, que sufrió mucho en la llegada a Barcelona en una etapa un poquito más fácil que esta pero de un perfil similar. El británico es un corredor con menos explosividad con sus rivales y podría no responder ante semejante cambio en la carretera, del llano a rampas terroríficas. Pero sin embargo, el resto de Vuelta con puertos algo más tendidos, es la parte que más se adapta a sus características. Lo mismo sucede con Alberto Contador, pero el madrileño puede pagar en exceso su inactividad en la tercera semana. Justo lo contrario le puede pasar a Valverde, que ha corrido mucho este año y sus piernas llevan muchos kilómetros. En fin, todo está igualadísimo y con mucho terreno para que se decida la Vuelta. Desde hoy, en Ézaro, que va a ser una etapa del último hombre en pie, ya que con tanta pendiente es imposible atacar, hasta los Lagos, un puerto más tendido. Todos igualados pero todos diferentes. Ahora solo queda disfrutar de ciclismo del bueno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario